Los dispositivos de protección contra sobretensiones eléctricas (DPS) están diseñados para drenar las corrientes de rayos y sobretensiones eléctricas que pueden dañar los equipos de la red eléctrica. Por lo tanto, los DPS se utilizan para proteger los equipos electrónicos de las más diversas formas de sobretensiones eléctricas, como las derivadas de descargas atmosféricas, la activación de motores eléctricos y maniobras en la red de distribución de energía – realizadas por el concesionario de energía.
Mucha gente cree que utilizar un solo tipo de DPS puede brindar protección a todos los equipos conectados a una red eléctrica. Cada clase de DPS proporciona una barrera diferente de protección contra sobretensiones eléctricas. Los DPS clase I y clase II, utilizados en cuadros eléctricos, son más robustos y soportan una mayor sobrecorriente. El DPS Clase I está diseñado para drenar parte de la corriente de un rayo que cae directamente sobre el edificio y/o las líneas de energía y/o comunicación que ingresan a un edificio. El SPD Clase II está diseñado para conducir sobrecorrientes eléctricas inducidas en la línea de alimentación y/o comunicación. Los DPS de clase III, utilizados cerca de equipos, tienen una barrera de protección más refinada que los DPS de clase I y II.
Las líneas eléctricas y de comunicación que ingresan a un panel eléctrico conducen sobretensiones eléctricas a un edificio. Por lo tanto, se vuelve deseable la importancia del uso de DPS en paneles eléctricos primarios y secundarios para evitar que estas sobretensiones lleguen a los equipos eléctricos y electrónicos del edificio. Así, aun sabiendo que los DPS clase III proporcionan un nivel de protección contra sobretensiones favorable a los equipos más sensibles del edificio, se debe realizar -dependiendo de cada edificio- el uso de DPS clase I y II en los cuadros eléctricos para aumentar la protección y garantizar que las sobretensiones eléctricas no alcancen los equipos instalados en el edificio.